lunes, 13 de abril de 2009

Capítulo 5: Hurt



Acababa de despertar.

Sus ancianas rodillas crujieron al flexionarse para ponerse en pie. Hacía mucho que se había acostumbrado a ese lastre, a ese dolor punzante que lo aquejaba desde varios años atrás.
No había opuesto resistencia al avance de su artrosis, ni siquiera seguía el tratamiento que su médico le había aconsejado.

Simplemente lo había aceptado con estoicidad, como tantas cosas en su vida. Era una cicatriz más en su castigado pero aún vigoroso cuerpo.

Tras rehacer la cama y dejar la cafetera en marcha preparando su café solo, como hacía todos los días con puntualidad británica, salió a la cubierta del barco.

Cada cierto tiempo, cada vez se convertía en algo más frecuente, dejaba la ciudad en la que había nacido, vivido y casi muerto, para regalarse unos días en el mar, aislado. Donde todos los fantasmas se hunden en las profundidades por el peso de la cadena y la bola de metal que arrastran.

Aún así los pensamientos y reflexiones seguían acudiendo a su mente, no con carácter negativo o positivo, sino neutros, con la sabiduría de quien lo ha visto pasar practicamente todo por delante suya en la vida.

Como en ese momento, en la cubierta de su velero con la mirada clavada en la playa, donde probablemente algún joven estuviese practicando su carrera diaria junto a la orilla. 

Hacía tanto tiempo que había olvidado qué era correr...

1 comentario:

  1. Llevaba tiempo sin conectarme, me estoy poniendo al día con tus escritos..
    me gustan! ;)

    ResponderEliminar